maravillas y concede a la santa Iglesia en oración unánime y perseverante con María, la Madre de Jesús, bajo la guía de San Pedro, que se extienda el Reino del Divino Salvador, Reino de verdad, justicia
estando muy enfermo, lo envían a un sanatorio en Zakopane. Ahí lee los escritos de Teresa del Niño Jesús y se vuelve un apasionado de Gemma Galgani. Pasó el año siguiente recuperándose en Nieszawa. Fue allí