Consagrarse a María

Consagrarse a María, es decir, dedicarse a su servicio, ha sido una práctica constante en la Iglesia, tanto para las personas a título individual como para los grupos, comunidades y naciones. Los Papas, en varias ocasiones, en momentos claves de la vida dela Iglesia, han dado ellos mismos el ejemplo de esta práctica. A ese respecto, he aquí lo que dijo el Papa Pablo VI:

Y como este año celebramos el vigésimo quinto aniversario de la consagración solemne de la Iglesia y del género humano a María, Madre de Dios y a su Corazón Inmaculado, hecha por Nuesto Predecesor de santa memoria, Pío XII, el 31 de octubre de 1942, con motivo del mensaje por radio dirigido a la nación portuguesa, consagración que nosotros hemos renovado el 21 de noviembre de 1964, exhortamos a todos los hijos de la Iglesia a renovar personalmente su propia consagración al Corazón Inmaculado de la Madre de la Iglesia, y a poner en práctica este acto tan noble del culto llevando una vida cada vez más conforme con la voluntad divina, dentro de un espíritu de servicio filial y de santa imitación de su Reina del cielo.

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 Papa Pablo VI