Nuestra señora de Aparecida en Brasil

La ciudad de Aparecida del Norte en Sao Paulo, Brasil, es conocida como el santuario mariano nacional más importante, al que acuden peregrinos de todos los países. Aquí es donde se encuentra la Basílica de la Inmaculada Concepción, de Nuestra Señora de Aparecida, la santa Patrona de Brasil.

Por qué el nombre de Nuestra Señora de « Aparecida » para la Inmaculada Concepción ?

Todo comienza en el siglo XVIII, cuando algunos pescadores acostumbrados a pescar en el río Paraiba cerca de Sao Paulo, sacan un día del año 1717 una estatua sin cabeza. Lanzan de nuevo la red y sacan, entonces, la cabeza y para su sorpresa ven que es una Virgen Negra. La leyenda dice que una vez que sacaron el cuerpo y la cabeza, la silueta endeble de la Virgen aparecida se volvió extremamente pesada y ya no pudieron llevársela para ningún lado.

Desde entonces, en la tradición religiosa brasileña, la Virgen Aparecida, bajo el título de Inmaculada Concepción, es la Santa Madre, patrona de las mujeres encinta y de los recién nacidos en las riberas de ríos y mares, del oro, de la miel, de la belleza y de la seducción. A lo largo de los años la devoción a la Virgen Inmaculada « aparecida » crece, y numerosas gracias han sido recibidas. En 1737, el Vicario de Guarantingueta hizo construir ahí una capilla para los fieles.

Una Basílica gigantesca para la Santa Patrona de Brasil

En 1834 se da comienzo a la construcción de una iglesia más grande, que se convierte luego en la vieja Basílica, cuando en 1955 se inician los trabajos gigantescos de la « nueva Basílica ». Por decreto del Vaticano, en 1884, con motivo del primer centenario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora de Aparecida fue coronada por el Arzobispo de Sao Paulo, en presencia del Nuncio apostólico. En 1930, el 16 de julio, en un nuevo homenaje de la nación a Nuestra Señora de Aparecida es proclamada solemnemente santa patrona de Brasil, en presencia de las autoridades civiles y religiosas del país. A mediados del siglo XX, en 1955, se construye la inmensa Basílica actual.

El segundo santuario mariano más frecuentado del mundo

Gigantesca, en efecto, es Nuestra Señora de Aparecida con su torre de 100 metros de altura, su cúpula de 70 metros, su nave en forma de cruz griega de 173 metros de largo y 168 metros de ancho, con una superficie total de 18.000 metros cuadrados! Su capacidad de acogida es de 45.000 fieles. Por sus medidas, Nuestra Señora es la segunda Basílica más grande del mundo, después de la San Pedro de Roma. En 1980, el Papa Juan Pablo II le dio el título de « Basílica menor ». Convertida en la santa Patrona de Brasil, Nuestra Señora de Aparecida es, entre otros, el sitio de peregrinación de los trabajadores que tiene lugar cada año el 7 de septiembre, día de la Fiesta Nacional.