bellezas morales y espirituales. Sobre su belleza fisica nada, en principio... « Viniendo al mundo Jesús portaba los reflejos de la belleza de la Virgen sobre la frente, su limpieza, su pureza en la mirada
misiones y escuelas católicas. Ocasionalmente, se veía a la Virgen con el Niño Jesús en sus brazos, o en compañía de San José y de Jesús, de aproximadamente unos doce años. Una gran afluencia de cristianos coptos
ésta se cumplió es porque Dios existe – si hubo milagros en el tiempo de Moisés como en el tiempo de Jesús y si todavía hoy son múltiples, es porque Dios existe – si hay santos que tienen una vida mística
de perplejidad e incomprensión (Lc 2,41-51). Esto la hermana con nosotros. En la presentación de Jesús en el templo, a los 40 días de nacer, sus padres llevan un par de tórtolas, o dos pichones (Lc 2,24):
Alianza (o Nuevo Testamento) de Dios con los hombres, sellada con la sangre del Cordero inmolado, Jesús, Hijo de María, Cristo, el Verbo de Dios. ___________ Bibliografía: Tabla cronológica de la Biblia
víctima, nacida de su carne, el consentimiento de su amor, para ser finalmente, por el mismo Cristo Jesús que muere en la cruz, dada como Madre al discípulo por estos palabras: "Mujer, he aquí a tu Hijo"
María Grignion de Montfort, ponerse bajo la protección de la Virgen y caminar con Ella, para llegar a Jesús. En 1914, los alumnos y el Padre espiritual trabajaron juntos para redactar los estatutos de una nueva
nombre, Virgen de la Caridad, la memoria del Dios que es Amor, el recuerdo del mandamiento nuevo de Jesús, la evocación del Espíritu Santo: amor derramado en nuestros corazones, fuego de caridad enviado en [...] plena libertad de los hijos de Dios. ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús! Has venido a visitar nuestro pueblo y has querido quedarte con nosotros como Madre y Señora de Cuba
multiplicarán en Francia nuevas apariciones de María. Algunos años antes que el Sagrado Corazón de Jesús apareciera, en 1673, a Margarita María Alacoque, en Paray le Monial, una pastorcilla, Benedicta Rencurel
preguntó su nombre. La aparición le revela su nombre: María. "Vengo del cielo, yo soy la Madre de Jesús”, le dijo a Bernardo, con una voz tan dulce, que jamás había oído de mujer ni de nadie semejante.