Iglesia por el apócrifo del siglo II, el protoevangelio de Santiago. Ella es, entonces, la abuela de Jesús... 1623-1625*. Entre septiembre de 1623 y abril de 1625, y luego, por última vez, el 13 de mayo de
El Señor es contigo Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pobres pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte
La realidad dominante de lo que fue la vida de Jesús, María y José, en la pequeña villa de Nazaret donde José ejercía el oficio de carpintero, fue la de la simplicidad. Aunque de descendencia ilustre por
los santos, París 1914. L. Garriguet, El Sagrado Corazón de Jesús. Exposición histórica y dogmática de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, París 1920. [4] Cf. [Enlace perdido] . Citation de l'Auto
Evangelio es un poderoso estimulante, especialmente la imagen de San José que se exilia con María y Jesús para protegerlos y alimentarlos. Nairobi La Iglesia del Santuario de Nairobi, construida en 1968-1971
mundo, los sufrimientos, las finanzas, el hambre, las elecciones en América, etc. Durante la misa, Jesús apareció y dijo: “Quédate en paz hija mía. Sé que todos están pasando por momentos muy difíciles.
tiempo debemos evitar toda credulidad o una búsqueda de lo sensacional que no corresponde a lo que Jesús espera de nosotros. En estos asuntos como en otros, si uno se ha sentido atraído por tal o cual hecho
unida a su Hijo "en toda acción, actitud y voluntad. La asociación de María con la obra salvífica de Jesús se realiza por su amor de Madre, un amor animado por la gracia, que le da una fuerza superior: ella [...] Occidente, San Bernardo, quien murió en 1153, refiriéndose a María, comenta así la presentación de Jesús en el Templo: "Ofrece a tu Hijo, virgen santa, y presenta al Señor el fruto de tu seno. Para la r
en la Iglesia), ni las grandes oraciones tradicionales de la Iglesia (entre otras, la oración que Jesús mismo nos enseñó, el « Padre Nuestro » o la salutación angelical a María, el « Dios te salve María
ocupa un lugar central en la liturgia eucarística ya que como lo recuerda San Agustín, "la carne de Jesús es la carne de María"... "María no es el Dios del Templo sino el templo de Dios" Sin embargo, aunque