Higuey: Nuestra Señora de Alta Gracia

 Nuestra Señora de "Alta Gracia" está a 180 km de Santo Domingo.

"Alta Gracia": María recibió muchas gracias, ella es la "llena de gracia" por estar preparada para la más alta gracia, la de ser la Madre de Dios.

El santuario también se llama Nuestra Señora de Nina, del nombre de una joven adolescente vinculada al origen del santuario.

Origen

Un colono español solía ir a la ciudad de Ozama para hacer algunas compras. Esta vez, su hija Nina, de 14 años, le había pedido una imagen de Nuestra Señora de "Alta Gracia".

Pero él volvió sin encontrarla. Se detuvo en una posada y confiesa su dolor a un viejo amigo que se encuentra allí. Otra persona interviene entonces y saca de su billetera un lienzo que representa a Nuestra Señora de "Alta Gracia", en él la Virgen aparece en oración ante el niño Jesús y San José detrás de ella.

Lleno de alegría, él quiso comprársela, pero la otra persona se la ofreció. A la mañana siguiente, el misterioso personaje había desparecido, y Nina vino a reunirse con su padre, un 21 de enero.

En el lugar donde se reunieron el padre y la hija, en Higuey, se levanta hoy el santuario.

Festividad: 21 de enero.

El culto comenzó el 21 de enero de 1569, aniversario del hecho. (1)

Visita de San Juan Pablo II

Juan Pablo II llegó a este santuario en 1992.

"Virgen de Alta Gracia, tú que eres la Estrella de la evangelización, difunde en cada uno el ardor del anuncio de la buena nueva... implora el perdón por las injusticias cometidas... Haz que siempre se respete más la vida y la dignidad de todos los seres humanos, la identidad de las minorías étnicas y los derechos legítimos de los nativos, los valores auténticos de la familia y las culturas indígenas. "

(Osservatore Romano 14.10.1992, p.5)

La imagen

La imagen de Nuestra Señora de Alta Gracia representa la escena del nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén.

Destaca la maternidad de la virgen.

Lo primero que atrae nuestra atención es el rostro de María en una actitud de adoración, con las manos juntas.

En el pecho de María notamos una luz blanca, con forma de triángulo, expresión del nacimiento virginal de Jesús.

Su cabeza está cubierta con un velo azul oscuro que le cae sobre los hombros y lleva una corona de perlas, símbolo de su estatuto de Reina, ya que ella es la Madre del Rey.

Detrás, hay una gran estrella, la misma que acompañó a los Reyes Magos para hacerles conocer al Salvador y alrededor doce estrellas, que representan a la Iglesia, fundada con los Doce Apóstoles.

Delante de la Madre, vemos al niño Jesús, desnudo, durmiendo sobre paja y más atrás está San José, con una capa roja y sosteniendo una vela en su mano izquierda. 

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(1) Extracto del libro Nuestra Señora de Altagracia, edición pastoral, por Monseñor. Ramón de la Rosa, Obispo de la Diócesis de Altagracia, República Dominicana, 1977).